
Estación de Biología Alpina de Guadarrama
Aparte de los centros ubicados en la ciudad de Madrid, la JAE fundó otro en su provincia, concretamente en su sierra norte. Su misión era el estudio del medio natural y su constitución fue encomendada por Real Decreto de 29 de mayo de 1910 al Museo Nacional de Ciencias Naturales en la misma disposición en que se creaba el Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales y se integraba al museo, junto a varios organismos más, algunos ya existentes; algunos establecidos es novo.
Francisco de la Barras fue el encargado de realizar los estudios y trabajos para abrir la estación. En ella trabajaron infinidad de científicos. La ampliación de sus edificios fue encargada al arquitecto Manuel Sánchez Arcas, más conocido en la Junta por la construcción, con Luis Lacasa, del Instituto Nacional de Física y Química (el Rockefeller), y por el diseño de la que debía ser sede de la JAE y el Centro de Estudios Históricos en la Colina de los Chopos (en este caso con Jesús Martí Martín) que nunca llegó a realizarse. Además de dos casas con capacidad para unas veinte personas, el centro posee laboratorios, animalarios de experimentación y una finca de seis hectáreas de bosque mixto.
En 1939, como todos los centros de la JAE, pasó al CSIC, del que todavía depende, integrado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales y conocido con el nombre de Estación Bio-Geológica El Ventorrillo.