
Comisión de Investigaciones Paleonteológicas y Prehistóricas (CIPP)
La CIPP nació en 1912 dentro del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), incorporado al Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales, desde su creación en 1910 y con sede en el Palacio de la Industria y Bellas Artes de Madrid. La Junta creó esa comisión cumpliendo sus objetivos de fomento de la investigación en España, como respuesta al espíritu que motivó el 7 de julio de 1911 la regulación por ley, y por primera vez de las excavaciones arqueológicas, completada en 1912 con un reglamento y con la constitución de una Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades.
Había en España científicos dedicados a los estudios que fomentó la CIPP, como Enrique de Aguilera, marqués de Cerralbo, que fue su director, o Eduardo Hernández Pacheco, quien lo sustituyó tras su muerte en 1922 y fue jefe mientras tanto de trabajos y publicaciones. Hernández Pacheco estudió en el extranjero pensionado por la JAE y dirigía la sección de Geología del MNCN. Además de los citados trabajaron en ella o vinculados con ella Hernández Pacheco, el conde de la Vega de Sella y reputados científicos extranjeros -Hugh Obermaier, Paul Wernert, Henry Breuil-, vinculados a las Ciencias Naturales, pero también a la arqueología histórica y al Arte (miembros del Centro de Estudios Históricos particularmente, verbigracia Juan Cabré).
Fruto de los trabajos de la CIPP fue el hallazgo y estudio de muchos yacimientos por toda la península, Canarias y el norte de África, por ejemplo en la zona del Cantábrico, las terrazas del Manzanares y Orcasitas en Madrid, Ifni en Marruecos, la laguna de Janda en Cádiz o las cuevas valencianas de La Araña. Simbolizó el reconocimiento internacional de sus trabajos la celebración en Madrid en 1926 del XIV Congreso Geológico Internacional.
A través de su director la CIPP estuvo vinculada al inicio de la protección oficial de la naturaleza en España con la ley que creó en 1916 la Junta de Parques Naturales, de la que Hernández Pacheco fue vocal desde 1917.
En 1934 la CIPP cambió su nombre por el de Comisión de Investigaciones Geográficas, Geológicas y Prehistóricas. Tras la guerra sus trabajos continuaron en el CSIC, al que se integró el MNCN, y a cargo de Hernández Pacheco, que permaneció en el país.